¿Otro concejal socialista?
Para socialistas de todo los Estados Unidos, la elección de la militante de Alternativa Socialista, Kshama Sawant, al Concejo Municipal de Seattle representó un salto cualitativo en la perspectiva de construir una alternativa de izquierda independiente al establecimiento político, dominado por el duopolio demócrata-republicano. Y ahora miran con entusiasmo como desde su sillón municipal, Sawant ha ayudado a avanzar la causa de los trabajadores, en especial, la lucha por un sueldo mínimo de $15 por hora.
Tomando aire en esa victoria, y siguiendo el ejemplo, en Chicago fue fundada la Campaña Socialista de Chicago entre activistas socialistas independientes y representantes de diversos grupos socialistas presentes en la ciudad, para proponer uno o más candidato para las próximas elecciones municipales en febrero de 2015.
El 1° de mayo de este año, el Día Internacional de la Clase Obrera, la Campaña Socialista de Chicago nominó su candidato por el distrito 25 de la ciudad --el que comprende dos muy disímiles barrios de clase obrera, el Barrio Chino y Pilsen, de mayoría inmigrante mexicana, y un más acaudalado barrio hacia las proximidades del centro de la ciudad--y que actualmente es regido por uno de los principales aliados del alcalde Rahm Emanuel, el poderoso concejal Danny Solís.
Jorge Mújica, el candidato socialista para Concejal del distrito 25 de Chicago, es un reconocido activista por los derechos de los trabajadores indocumentados, organizador laboral, y periodista independiente, con una larga trayectoria de activismo político y social en la ciudad. En esta entrevista para Obrero Socialista, él habla con Orlando Sepúlveda.
¿QUÉ TIPO de relación busca la Campaña Socialista de Chicago relacionarse con la gente del distrito?
MUCHAS VECES, como activistas sociales, tendemos a hablarle mucho a la gente y generalmente no nos detenemos a escuchar. Nosotros podemos adelantar un mensaje a los trabajadores, pero creo que al final de cuentas somos nosotros quienes debemos articular el mensaje de la clase obrera. Lo que nosotros tenemos que hacer es crear los mecanismos para que la gente diga, se exprese, y para que vaya formando su propia plataforma, a la cual nosotros podremos integrarnos.
Todo el mundo tiene una lucha, todo el mundo tiene una disconformidad. El trabajador que debe levantarse cada día a las 4:30 de la mañana para esperar el camión tiene una lucha; tiene una queja. Nuestra labor es permitir que esa queja salga a la luz pública, que se exprese. Nosotros debemos estar en las calles, golpeando puertas para escuchar lo que la gente quiere. Sólo de esa manera podemos convertirnos en un vehículo de lucha de la clase obrera en nuestro distrito.
Nuestra campaña no pretende sustituirse por la lucha o la demanda de la gente, sino luchar junto a la gente y así magnificar su voz. No le queremos decir a los trabajadores y trabajadoras del distrito, no se preocupe y váyase a la casa a ver televisión, que nosotros le vamos a solucionar el problema. Queremos decirle, vamos a encontrar a los otros vecinos que tienen la misma queja, y convirtámanos en un comité de lucha. Es en este sentido que tener un concejal socialista sería de mucha ayuda como instrumento de lucha.
Además, queremos incluir en esta campaña a cada fuerza que quiera contribuir. Que cada quien sienta que puede hacer lo propio, por sus propios intereses, pero con un resultado final que es un bien común para el movimiento socialista en su conjunto. Porque si hacemos esta campaña para la izquierda, y sólo para la izquierda, entonces comienzas a limitar una serie de personas que pueden ayudar.
Si hay quien quiera usar esta campaña para sus propios fines, y su meta es mover al Partido Demócrata hacia la izquierda, entonces está bien. Esa es el agua que ellos llevan a su molino, y al nuestro también. Es un hecho que hoy tenemos en el país un discurso político derechista, e incluso de ultra derecha, así que cualquier cosa que podamos hacer para mover el debate político hacia la izquierda es una gran ganancia.
Hay que ser amplios, pero al mismo tiempo no hay que perder de vista que esta es una campaña socialista. Esto significa que nuestra principal meta no es mover al Partido Demócrata a la izquierda, aunque eso sea un resultado, como lo fue con la campaña socialista en Seattle. Esta es una campaña socialista porque queremos presentar el socialismo como una alternativa a los dos partidos dominantes que existen en este país. Tenemos la seria intención de demostrar que el socialismo es una opción real, viable y práctica. Que se puede administrar un distrito en una manera que favorezca a la gente que trabaja.
¿POR QUÉ es importante para tu campaña marcar la diferencia con los demócratas?
EL AÑO en que llegué a Estados Unidos, me involucre con la campaña de Jesse Jackson para presidente, porque era lo que entonces iba a revolver el sistema un poco. Desde entonces he visto pasar muchas campañas liberales, progresistas, inclinadas a la izquierda, demócrata independientes, que con los años me han hecho preguntar, ¿Es eso lo queremos? Ninguna de esas campañas hizo nada por la construcción de la izquierda, y ni siquiera para girar el debate político hacia la izquierda.
Ahora Bernie Sanders, un independiente que siempre ha votado con los demócratas, quiere hacer algo parecido. Si quieres ser un demócrata progresista, ve tú allá y se un demócrata progresista, pero seguirás siendo parte del partido [del] sistema, de partido [de la] oligarquía, del partido vendido a las corporaciones. Yo creo que eso ya no puede seguir adelante, y es hora de avanzar con el socialismo por delante.
Desde la izquierda, tradicionalmente se habla de que los republicanos son los malos y los demócrata los buenos... o al menos los no tan malos. Yo creo que los demócratas han demostrado con amplitud que son tan malos para la clase obrera como los republicanos. Chicago es una ciudad demócrata. Aquí no hay cómo culpar a los republicanos de todas las medidas anti obreras que se aprueban en el consejo de ciudad. Si el Partido Demócrata, como estructura, fuera la solución, entonces no tendríamos problemas en Chicago. Chicago sería un paraíso laboral. Pero obviamente no es así. Hay que romper con su estructura.
¿CÓMO PODRÍA el distrito concejal 25 de Chicago beneficiarse, en lo práctico, si eligiera a un socialista para ser su concejal?
YO CREO que un concejal tiene mucho poder. Es una oficina muy interesante; una oficina donde tú eres al mismo tiempo legislador y administrador; donde tú votas el presupuesto, y después lo ejerces. Ésa es una característica que muchas oficinas públicas no tienen. En la mayoría de los casos, los poderes legislativos y administrativos están separados. Pero aquí en Chicago, el funcionario electo rige sobre un distrito. Entonces, el poder que tiene para ejercer ese presupuesto, le permite claramente decidir a quién va a beneficiar gastando ese presupuesto. Está en el poder del concejal decidir si beneficiar a las corporaciones o beneficiar a la gente que de hecho vive en el distrito.
Por ejemplo, en la administración de la ciudad existe lo que se llama las inversiones de capital. ¿Qué quieren decir con inversiones de capital? Éstas son inversiones a largo plazo en la infraestructura del distrito para beneficio de... ¿quién sabe? Hay planes para construir un helipuerto en el distrito, pero ¿es esa la mayor prioridad de la gente en el distrito, o es una prioridad para los acaudalados que quieren llegar del aeropuerto al centro de la ciudad en 15 minutos?
Por qué no invertir en vivienda, por ejemplo. El dinero puede ser usado para evitar desalojos, para detener las evicciones. Podríamos reconvertir los edificios, cuyos dueños viven quién sabe dónde en los suburbios, lejos de la ciudad, que viven de las rentas que les pagan los inquilinos, y que no tienen planes para reparar el edificio. No más están esperando que el edificio se venga abajo para vendérselo luego a los desarrollistas.
En vez de eso, podemos reconvertir estos edificios a un régimen de condominio, con los mismos moradores que hoy pagan renta, y que comenzarían a pagar su hipoteca el próximo mes. ¿Cómo? Pues a través de una inversión de capitales. Eso es estructura a largo plazo. Si el concejal así decidiera, él puede utilizar el dinero de las inversiones de capital para evitar los desalojos.
La ciudad puede convertirse en dueña de los edificios, y vendérselos a sus actuales ocupantes. Así se puede evitar el desplazamiento y para el aburguesamiento del barrio. A la misma vez promueves que los ocupantes mantengan sus edificios, porque cualquier arreglo que hagan a sus viviendas sería una inversión en su propio edificio. Ese es el tipo de cosa que se puede hacer dentro del sistema, y que benefician a la absoluta mayoría. De otra manera, quién sabe quién se hace millonario construyendo helipuertos.
EN AÑOS recientes, tú has sido un reconocido activista por los derechos de los inmigrantes indocumentados, en particular, de los trabajadores indocumentados, ¿es posible que veremos en tu campaña para concejal una extensión de esa lucha? ¿Cómo puede un concejal ayudar a la población indocumentada de Chicago?
MIRA, PARA los demócratas y republicano el tema de los papeles ha sido un asunto electoral. Los últimos para agitar y sacar a votar a su base racista, y los primeros para sacar ventaja política de una necesidad auténtica en el seno de muchas familias obreras. Creo que si el distrito elige un concejal que cuando llegó a este país fue un indocumentado, y que es socialista, podemos dar a la ciudad, y al país, el impulso que necesita para reconocer que el problema de los papeles es un problema serio, no uno que se puede usar para culpar al otro bando político.
Toma por ejemplo la Lucha por 15 y Seattle. Allá acaban de aprobar un salario mínimo de $15 --y puede que haya algunos problemas con la propuesta, por ejemplo, el enorme plazo que los patrones se dan para cumplir con este objetivo--, pero hoy Seattle está en esa discusión gracias a que primero votaron por una concejala socialista. Si Chicago elige a un concejal socialista, entonces nosotros podemos hacer lo mismo por los inmigrantes indocumentados.
Por ejemplo, en vez de tener la Oficina para los Nuevos Americanos, que Rahm Emanuel estableció para absorber a inmigrantes legales --muchos con recursos para poner negocios en Chicago--podemos fomentar una discusión acerca de los inmigrantes indocumentados en Chicago --quienes no tienen papeles por un problema de política nacional, federal--reconociendo su derecho a vivir libres de acoso, y encaminada a encontrar maneras de ayudarlos a tomar exitosamente las posibilidades que la ciudad ofrece, por ejemplo, asegurándonos que las escuelas que los sirven no estén sobre pobladas, y que tienen los recursos para atender estudiantes que aprenden en español.
Además, gracias a la amplificación de fuerzas que una oficina de concejal ofrece, también podemos forzar que las compañías privadas a reconocer la matrícula consular mexicana como un documento válido de identificación, del mismo modo que las agencias del Estado deben hacer, de acuerdo a la ley estatal. ¿Por qué no? Esto es lo mismo que obligarlas a pagar $15 por hora. Y esto es posible hacerlo, pero los actuales concejales prefieren excusarse con que la inmigración es un problema federal.
MENCIONASTE LA Lucha por los $15, y de hecho te hemos visto muy activo en esta lucha durante el último año. Ahora que el movimiento inmigrante no ha estado presente de la manera que lo estuvo ocho años atrás, ¿qué significa para ti asumir la lucha por un sueldo mínimo digno?
LOS PAPELES todavía son una necesidad enorme. El indocumentado sufre un mayor grado de explotación. Pero al final de cuentas, tener papeles no significa el fin de la explotación, ni mucho menos. En la actualidad, yo trabajo en un centro de derechos laborales en donde recibimos muchos casos de abuso y explotación. Sólo 5 por ciento de los casos que recibimos están directamente relacionados con los papeles. En el otro 95 por ciento de los casos, el problema es el abuso, los pocos derechos obreros, la poca capacidad de hacer valer los derechos laborales, y la falta de organización.
Con nuestra campaña queremos luchar para que el piso sea parejo para todos. Que nadie en la ciudad se vea perjudicado por no tener papeles, no cabe duda. Pero el obrero afroamericano de McDonald's que sólo le dan 25 horas de trabajo la semana, pagadas al salario mínimo, y encima tiene que enfrentar el robo de su salario por parte del empleador, tiene exactamente el mismo problema que el trabajador indocumentado que también trabaja en McDonald's, sólo le dan 25 horas a la semana al sueldo mínimo, y cuyo empleador le roba su salario.
La lucha por el sueldo mínimo de $15 a la hora es una lucha que nivela el piso para todos los trabajadores de bajos salarios. Un trabajador tiene derecho a un salario mínimo con o sin papeles. Esta campaña puede ser la continuación de la lucha por papeles. Chicago puede ser una ciudad donde todo el mundo tenga papeles, pero también donde todo trabajador, sin importar su estatus migratorio, tenga un sueldo digno. Así, la Lucha por 15 también tiene el poder de unir la lucha de todos los trabajadores inmigrantes y afroamericanos por una mejor vida.
EL ACTUAL concejal, Danny Solís, se jacta de estar trayendo dinero y trabajos al distrito 25, y en particular el barrio de Pilsen, con la construcción de una planta trituradora de metales y un helipuerto, por ejemplos, ¿Qué tienes tú que decir al respecto?
EL TEMA de la construcción de los helipuertos y la trituradora de metales están relacionado al tema de cuánto poder tiene el concejal en el distrito, cuánto poder éste está dispuesto a usar para defender los intereses de los habitantes del distrito, y cuánto quiere usar para satisfacer la avaricia de sus compinches y de la clase burguesa chicagüense.
Hay diferentes cosas a considerar. En el ejemplo del helipuerto no hay mucho que decir. Ahora que no tienen el aeropuerto en el lago, necesitan este helipuerto para convertir Chicago en la ciudad de los negocios; del aeropuerto a la firma de un contrato en el centro de Chicago en 15 minutos. Pero el helipuerto lo quieren construir a una cuadra y media de una escuela. Y eso no lo puedes aislar, no le puedes poner techo. Ahí no hay solución posible. No debe ser construido. El ruido de helicópteros aterrizando y despegando cada dos minutos va hacer imposible para los niños concentrarse y aprender.
Pero también está el tema de la creación de trabajos. Pero no es cosa de no más decir que vamos a crear cinco trabajos más, sino además de qué tipo de trabajos. Por ejemplo, traer más sucursales de McDonald's o Subway o de otras corporaciones multimillonarias al barrio, para crear cuatro trabajos a salario mínimo, de 25 horas a la semana, no es lo que el distrito necesita. Con esto, el concejal no hace más que crearse una imagen de estar trayendo dinero al barrio y creando trabajos.
Pero el barrio, de por sí, puede crear sus propios trabajos, y en mejores condiciones laborales que las corporaciones. El concejal tiene el poder de decir --sobre todo si tiene el respaldo de la comunidad--un momento, en vez de traer y abrir otra sucursal de una corporación, vamos a abrir otra vez la taquería de Panchito y Josefa, que fueron desplazados porque no tenían las capacidades económicas. Por qué no reabrir la panadería de Don José y Doña María, y vamos a arreglar con ellos para que tengan seis trabajadores y que estos tengan un salario digno y una cantidad de horas a la semana que valga la pena, y vamos a ayudar a Don José y a Doña María a cumplir con los requisitos legales necesarios. Eso es mucho mejor que abrir un Subway.
En el caso de la trituradora de metales, ¿cuántos trabajos va a crear? ¿Cuántos de ellos van a ser para residentes del barrio? Un concejal puede poner requisitos de este tipo a una compañía. Podemos pedir a la trituradora que 35 de los 40 trabajos que cree sean para la gente que vive en el barrio. Aquí en el barrio hay mucha gente calificada que actualmente está desempleada. El Barrio tiene 13 por ciento de desempleo, muy por encima de la norma nacional. En segundo lugar, ¿cuantas horas y a qué salario? Tercero, el compromiso irrestricto de que la compañía no intervendrá en la eventual sindicalización de esos trabajadores.
PERO ALGUNAS organizaciones comunitarias están muy preocupadas por los efectos que al medio ambiente la trituradora pueda tener. ¿Hay una real dicotomía entre empleos y medio ambiente? ¿Qué puedes hacer como concejal para responder a estas inquietudes?
EL ASUNTO ambiental es un poco más complicado. Yo tengo experiencia laboral en salud ambiental. Yo sé que es posible construir plantas con maquinaria pesada de tal manera que no contamine, ni con ruidos ni con polvos ni con gases. Puede que cueste el doble de lo que pretenden hacer ahora, naturalmente, pero si es lo que se necesita, entonces que paguen. Construir esa trituradora a la Solís va significar dejarla al aire libre, que no puedas escuchar nada de una conversación a dos cuadras de distancias porque están triturando automóviles, y donde todo lo que trituras termina en el aire en forma de polvo y humos.
¿Es posible construir una operación de trituración de metales en una manera que no contamine? Hay que estudiarlo. Hay que asegurar el consejo más experto que podamos obtener, no sólo en términos técnicos, sino además en términos sociales, económicos, y en términos de justicia social y de justicia ambiental.
Para resolver la situación, creo que será necesario también crear e instalar una comisión de residentes del barrio. Y si aprueba la construcción, esta misma podrá vigilar la contaminación. De esta manera puedes entrenar y enseñar a los propios vecinos cómo controlar una operación de ese tipo, y cómo el barrio se asegura de que la operación sea en beneficio del distrito.
¿Cuál es la fórmula a la Solís? Recibir un montón de dinero, auto-convencerse, entrecomillas, que todo va estar perfectamente bien, y no preocuparse con los efectos de la trituración de metales. En la solución a la socialista, debemos echar mano de todos los recursos que tengamos, y la concejalía sería un recurso muy importante para hacer todas las investigaciones que vengan al caso.
ALGUNA GENTE ha criticado tu campaña argumentado que el socialismo es una idea foránea, ¿cómo tu contestarías a esa acusación?
EL SOCIALISMO no es foráneo. El socialismo es universal. Ahora, si es cierto que en su forma política más desarrollada es asociado a pensadores políticos en Europa, Marx y Engels, por ejemplo. Pero eso es cierto también para la gran mayoría de la población aquí en Estados Unidos, que de alguna manera también puede encontrar su origen en Europa. Asimismo, los sindicatos son foráneos, el Seguro Social es foráneo. El tema de la foraneidad es un argumento que usa la derecha cuando no tiene otros argumentos que esgrimir, para jugar con el miedo a lo extraño. El Tea Party declaró foráneo, y socialista, a Obama mismo.
Sin embargo, el socialismo ha sido un actor constante en la historia de los trabajadores en los Estados Unidos. Los socialistas jugaron un rol importantísimo en la huelga de Pullman, que es conmemorara en el Día Laboral, el primer lunes de cada septiembre. Los socialistas también tuvieron un rol en la lucha por la jornada de ocho horas, celebrada mundialmente cada 1° de mayo en el Día Internacional de la Clase Obrera, y que remonta su origen a nuestra ciudad. Los Teamsters son hoy el gran sindicato que son gracias, en gran parte, a la huelga de Minneapolis en 1934, donde los socialistas fueron críticos para su victoria.
¿Y QUÉ nos puedes decir de aquellos en la izquierda que son críticos a tu campaña porque, de acuerdo a ellos, la gente no está preparada para aceptar a un candidato socialista, ni sus ideas?
YO CREO que ésta es la vieja discusión acerca de la conciencia de los trabajadores, y que muchas veces ha servido como argumento para no hacer nada. Los que no están listos para adelantar una campaña socialista son algunos socialistas. Están convencidos de que no es posible. No se trata sólo de esperar a que los trabajadores vengan a decirnos cuando estarán listos. Somos nosotros los que necesitamos proponer el socialismo a los trabajadores, y argumentar con ellos porque el socialismo es el remedio a los males del capitalismo.
Como dijera Marx, si esperamos a que las masas estén listas, ellas estarán listas algún día, pero nosotros nos vamos a quedar sentados en la puerta de la casa a ver pasar el cadáver del capitalismo. Eso, cualquier socialista comprometido con la lucha, no lo puede aceptar. Además, ¿Por qué alguien votaría por un socialista que está listo a ser abiertamente un socialista sólo cuando ser socialista sea popular? La gente de esta campaña no acepta eso.
Yo creo que algunos en la izquierda en Estados Unidos todavía siguen teniendo el trauma del macartismo. Bajo el macartismo, muchos izquierdistas perdieron su trabajo, alguno se suicidaron, y todo eso creó un estigma decir "soy comunista", o "soy socialista". La gente sigue teniendo miedo. Particularmente hoy con todas las revelaciones de espionaje y seguridad del Estado.
Pero ¿qué puede perder la izquierda involucrándose con una campaña socialista aquí en Chicago? Pues no hay nada que perder. Pero si mucho que ganar. Si Chicago elige un socialista, el próximo año será uno en Dallas, uno en Houston, tres en Nueva York. Y cuando le toque a Seattle otra vez, cinco o seis. Elegir a un socialista como concejal en Chicago ayudaría reafirmara a todo el movimiento socialista, en todas sus variantes, en todas partes en Estados Unidos.